Las revoluciones de Al Yazira


La influyente cadena qatarí se ha convertido en uno de los protagonistas principales de las protestas en el mundo árabe | "Las noticias son para nosotros cuestión de vida o muerte, antes de Al Yazira no había libertad de prensa"


Henrique Cymerman, Doha
24;04.2011
Foto - Un empleado de Al Yazira pasa junto al logo de la emisora en su sede central, en la capital de Qatar AP


A principios de la pasada década, el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, propuso bombardear la sede de la cadena de televisión Al Yazira en Doha, la capital qatarí. Diez años después, sin embargo, la actual secretaria de Estado, Hillary Clinton, declaraba que “uno puede estar o no estar de acuerdo con el canal, pero Al Yazira proporciona noticias reales”.

El futuro de Oriente Medio y de las revoluciones que están amenazando a sus dictadores uno a uno se está decidiendo, en gran medida, en un minúsculo emirato del golfo Pérsico. Hamad bin Jalifa al Thani, el emir de Qatar, una de las naciones más ricas en reservas de petróleo y de gas, creó en 1996 un canal de televisión más poderoso e influyente que muchos de los mandatarios de la región.


Doha
Hace seis años, se sumó a las emisiones en árabe un canal en inglés y la cadena qatarí se expandió hasta poder verse hoy en día ya en 250 millones de hogares, en un total de 120 países. “Algunos dicen que Qatar es un emirato con una televisión, aunque para otros, Al Yazira es una cadena con un pequeño Estado”, afirma a La Vanguardia Soraya Jerfi, directora de producción de este canal.

Tuvimos la oportunidad de poder ser los primeros periodistas occidentales que visitaban la sede de Doha después de las turbulencias árabes de los últimos meses. Sus directivos reconocen que para ellos y para sus profesionales, no es fácil ser considerados “parte de la noticia” y del interés mundial.

En sus primeros años, y especialmente tras los atentados del 11-S, cuando emitieron a menudo mensajes del terrorista número uno, Osama bin Laden, Al Yazira fue considerada por muchos en Occidente la portavoz de la organización Al Qaeda, y se le acusó de vinculación con los grupos islamistas Hermanos Musulmanes y Hamas.

Cuando Faida Hamdi, una inspectora municipal de 45 años de la pequeña ciudad tunecina de Sidi Buzid, abofeteó al vendedor de verduras Mohamed Buazizi, de 26, nadie se imaginó la reacción en cadena que se desencadenaría. El joven sin recursos y en el paro se inmoló frente a un edificio gubernamental. Un acto que desencadenó la caída de dos presidentes, la muerte de cientos de personas, una guerra civil en Libia y millones de manifestantes en las calles de todo el mundo árabe. Muchos gritaron: “¡Larga vida a Al Yazira!”.

“En la plaza Tahrir de El Cairo o en las calles de Ammán, de Manama y de Saná, muchos nos llamaban y nos pedían que no dejáramos de filmar, ya que el resultado podría ser una masacre”, manifiesta a La Vanguardia Al Anstey, director de la cadena en inglés. “Los que nos acusan de hacer propaganda, lo hacen por dos motivos: o por ignorancia, ya que por ejemplo en EE.UU. no nos pueden ver aún, o porque a veces nuestro trabajo molesta a ciertos gobiernos, que no quieren que se vean las protestas populares exigiendo democracia”, añade.

En la redacción que dirige se nota que no faltan recursos económicos, en gran parte provenientes de la familia del emir, una de las más pudientes del mundo. Cuentan, por ejemplo, con robots que reemplazan a los operadores de cámara y con una pantalla de 26 metros, que en Doha definen como la más grande del mundo.

En la actualidad hay 3.000 periodistas y técnicos (de 50 nacionalidades) trabajando en la central de Doha y en las 75 delegaciones de todo el planeta. Solamente en Egipto cuentan con veinte equipos que cubren cada detalle de la revolución.

Su gran sueño es penetrar en el mercado norteamericano en el 2012. Para ello, el director de la sección árabe, Mustafa Sueig, intenta rebatir las acusaciones de algunos sectores de Washington. “Para nosotros, en el mundo árabe las noticias son una cuestión de vida o muerte. Hasta 1996, cuando empezamos, no había libertad de prensa”.

Katara
Preguntamos a la conocida presentadora Shiulie Ghosh (que, como muchos, es británica y ex periodista de la BBC) si están dispuestos a criticar al emir de Qatar, que les paga altísimos sueldos sin impuestos, de la misma manera que condenan sin ningún tipo de problema a Mubarak, Gadafi o Ben Ali. “Es una pregunta interesante… Que yo sepa, nunca criticamos al emir. Pero sabe que existe la posibilidad de que algún día su creación se vuelva en su contra. Sé que otras familias en el poder en la región le pidieron que controle lo que dice Al Yazira, pero el emir siempre se negó”.

Preguntamos al director de la sección árabe por qué usan el término mártir (shahid) cuando se refieren a terroristas suicidas, hecho que no ocurre en la sección inglesa. “El código ético en inglés es similar, pero se trata de audiencias diferentes, y a veces tenemos que usar términos que sean más adecuados para cada cultura y para cada idioma”, argumenta Sueig.

Para algunos en el mundo, Al- Yazira es una voz incómoda que quieren silenciar, ya que despierta los sueños de democracia en la nación árabe. Para otros, existe un conflicto interno entre el corazón (o sea, lo que pide su público) y la honestidad periodística. Sueig lo define así: “Intentamos dar el mismo tiempo, o el tiempo suficiente, por ejemplo, a israelíes y a palestinos. Para que presenten su interpretación de los hechos y sus razones de por qué hacen lo que hacen. Pero si al final el resultado es a favor de los palestinos o del pueblo de Gaza, no es porque nosotros seamos los responsables, sino porque así son los hechos sobre el terreno”.

Aunque no lo deseen, los periodistas de Al Yazira no son solamente observadores de las revoluciones en el mundo árabe, sino que se han convertido en protagonistas del llamado efecto dominó. Ellos no provocaron las protestas populares, pero es imposible imaginar la revolución en directo sin la presencia de sus cámaras.
http://www.lavanguardia.es/



HISTORIA

Al-Jazeera, pronunciado Al-Yazira (en árabe, الجزيرة: la isla o la península, en alusión a la península Arábiga) es una emisora de televisión por satélite de lengua árabe fundada en noviembre de 1996 por el gobierno de Catar. Es el principal canal de noticias del mundo árabe.

Originalmente gratuita y sostenida por el gobierno (la familia real catarí), la emisora poco a poco empezó a cobrar por sus servicios y se independizó financieramente, como se pretendía desde su creación.

A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, Al-Jazeera cobró fama en el mundo occidental como canal de difusión privilegiado de los mensajes de Osama bin Laden y otros miembros de la red Al Qaeda. Esta distinción le valió a la cadena árabe un contrato de exclusividad en Occidente con la cadena de noticias estadounidense CNN; el contrato se vino abajo meses después por una disputa.

Al-Yazira afirma ser el único canal de televisión políticamente independiente en Cercano Oriente. Su tónica ha llegado a molestar en repetidas ocasiones al Gobierno estadounidense, que al menos en una ocasión ha pedido al gobierno de Catar tomar cartas en el asunto, pero en vano. En el Irak posterior a la guerra de 2003, el gobierno local, sostenido por Estados Unidos, ha vetado a Al-Jazeera en varias ocasiones.

La monarquía saudí recibe frecuentes críticas de Al-Jazeera, lo que hace que esta cadena de televisión no sea vista con buenos ojos por ésta.
La red de Al-Jazeera

Al Jazeera tiene una serie de canales temáticos además de su emblemático canal de noticias en árabe. La red de Al Jazeera incluye:

Al Jazeera

El canal original de la cadena que emite 24 horas de noticias en árabe

Al Jazeera Deportes

Versión deportiva del canal (lanzado en 2003). Tiene varias cadenas hermanas:

Al Jazeera Deportes +1

Tuvo una gran audiencia debido a que tuvo en su programación partidos de la Liga Española. Fue lanzado en 2004.

Al Jazeera Deportes +2

Canal deportivo de pago. Emite la Copa UEFA, la Liga Española y la Liga Italiana.

Al Jazeera Deportes +3

Canal deportivo con comentarios en Inglés.

Al Jazeera Deportes HD

Llamado también “Al Jazeera Deportes +4”. Emite contenido en Alta Definición. Transmite la Copa UEFA en ese formato.

Al Jazeera Mobasher (Al-Jazeera En Directo)

Lanzada el 15 de abril de 2005, esta señal emite conferencias en vivo y en directo sin edición, comentarios o intervenciones de periodistas o comentaristas. La señal también utiliza subtítulos cuando se necesita traducción. Es similar a canales como C-SPAN o Parlamento de BBC. Es el primero de su tipo en el mundo árabe.

Al Jazeera Infantil

Puesta en el aire el 9 de septiembre de 2005, esta señal de Al Jazeera está dirigida a niños entre 3 y 15 años de edad. Está disponible en varios países del Oriente Medio y algunas partes de Europa.

Al Jazeera English

La señal en Inglés de Al Jazeera emite 24 horas de noticias en ese idioma. Sus estudios principales estan en la ciudad de Doha, capital de Catar. Es la cadena hermana de la señal en árabe de Al Jazeera. El canal transmite noticias, análisis, documentales, debates, actualidad, negocios y deportes. Fue lanzado el 15 de noviembre de 2006.

Al Jazeera English es el primer canal de noticias en inglés con sede en el Medio Oriente.

Canal Documentales de Al Jazeera

Canal de la red Al Jazeera que emite documentales relativos preferentemente al Medio Oriente. Fue lanzado el 1 de enero de 2007. El canal señala que produce el 15% de su contenido, mientras que el resto de los documentales lo obtiene de otras producturas árabes y de otros países alrededor del mundo.
[Al-Jazeera fue vetada por Jordania, Siria, Kuwait, Arabia Saudí y Argelia ].
[En España

Taysir Allouni, corresponsal de Al-Jazeera en España, fue detenido en 2003 y condenado por la Audiencia Nacional bajo acusaciones de pertenecer a Al-Qaeda. Osama bin Laden le concedió una entrevista exclusiva en el 2001 durante la guerra contra Afganistán, la cual fue transmitida por Al-Jazeera. Las tomas de video de la entrevista se usaron durante el juicio como prueba de la relación de Allouni con Al Qaeda. Fue puesto en libertad bajo arresto domiciliario el 7 de octubre de 2006 debido a su estado de salud. Allouni fue condenado el 26 de septiembre de 2005 a siete años de prisión por ser un servicio de mensajería financiera de Al Qaeda.[2]
[En Estados Unidos

En Estados Unidos, Al-Jazeera ha sido calificada como un instrumento de propaganda de los terroristas a raíz de la difusión de los mensajes en video entregados por Osama bin Laden y la entrevista que este último concediera a Taysir Allouni. El gobierno norteamericano dice que Al-Jazeera tiene un punto de vista parcializado y para contrarrestarlo abrió un canal de noticias en lengua árabe, Al Hurra, que transmite desde Arabia Saudita.

El 22 de noviembre de 2005 el diario británico Daily Mirror reveló tener un memorándum de la transcripción de una conversación entre Tony Blair y George W. Bush, en la cual Blair trataba de persuadir a Bush de que no bombardeara las oficinas centrales de Al-Jazeera en Catar, un país aliado de EUA y donde este país tiene bases militares. Este último incidente reabrió la polémica sobre bombardeos a las oficinas de Al-Jazeera en Kabul en el 2001 y en Bagdad en el 2003, los cuales se suponía habían sido accidentales. El bombardeo a la oficina de Al-Jazeera ocurrió días previos a la entrada de las fuerzas de EUA a la capital iraquí durante la Segunda Guerra del Golfo. Las instalaciones de la emisora fueron alcanzadas por una bomba "inteligente". En el ataque murió uno de los empleados de la cadena.

http://es.wikipedia.org/


Foto - Bilal Randeree,  por Uly Martín

La cadena catarí Al Yazira se ha convertido en un ejemplo para otros medios por su cobertura informativa durante las revueltas árabes, muy completa gracias a informaciones de periodistas y corresponsales, así como con pinceladas obtenidas de la Red. En esta labor, que ha podido seguirse tanto en televisión como a través de Internet, ha sido fundamental su uso de las redes sociales, de las que se han valido para abrir un espacio allí donde no había periodistas sobre el terreno, como ocurrió, al principio, en Túnez. Sin embargo, cuanto más se desarrollan estas nuevas herramientas, tienen más claro que su principal arma para sobrevivir es el contenido.

 
Uno de los redactores que ha trabajado en este despliegue es Bilal Randeree, periodista en la web de la televisión de Catar que pasó por Madrid para charlar sobre su experiencia. El surafricano explica que durante la revolución egipcia, el link al streaming (vídeo en directo) de Al Yazira -que en principio estuvo promovido-, fue el más retuiteado en Twitter. “Sin embargo, nuestro punto de vista es que la gente no viene a nuestra página por esta red social, sino que viene buscando noticias. Twitter yFacebook son de mucha ayuda, y nosotros los utilizamos para darle pistas a la gente sobre lo que somos; pero después, cuando entran en nuestra web, no es necesario volver a insistir, porque descubren que somos un sitio para encontrar buenas noticias y vuelven”.

Twitter para buscar nuevas fuentes
Por supuesto, esto no significa que obvien la importancia de estas nuevas herramientas para conseguir historias. Randeree cuenta que, cuando comenzó la revolución en Túnez, no disponían de periodistas en ese país, por lo que comenzaron a buscar testigos directos a través de Twitter, entre los que usaban el hashtag (etiqueta)#sidibouzid. De esa forma, entraron en contacto con tunecinos que estaban usando la red social, entre ellos una bloguera muy famosa, Lina Ben Mhenni, muy activa tanto en Facebook como en su blog, A tunisian girl, y muchos otros testigos de primera mano de las fechorías de Ben Alí. "Las redes sociales han sido muy positivas para nosotros", resume el periodista.

Esto demuestra que Twitter es un medio que potencia las cualidades periodísticas tradicionales, como buscar fuentes y confirmar que quien te da información es alguien en quien puedes confiar. Además, como sabe bien Al Yazira, es posible encontrar todo tipo de material a través de otras redes, comoFacebook, Flickr, Youtube… y llegar a testimonios allí donde no hay corresponsales. “Si hablas con cuatro o cinco personas en una ciudad, y todos te cuentan una historia similar, es suficiente para saber que puede seguir adelante con la historia”, dice Randeree. Ademas, han puesto en marcha su propia herramienta para que la audiencia les envíe directamente imágenes y vídeos, Sharek, un proyecto de periodismo ciudadano que puede ayudar en las coberturas de la cadena.

Internet para llegar a la audiencia

Pero Internet no es solo una manera de buscar nuevas fuentes, sino también una forma de llegar a más audiencia. La emisión de la cadena árabe no puede seguirse por televisión en muchos países: en EE UU, por ejemplo, ningún operador de cable ofrece su emisión, y eso también ocurre en algunos países de Europa. Por eso, apuestan decididamente por ofrecer su señal en la Red, tanto a través de su web como por medio de Youtube y Facebook.

Esta apuesta por las nuevas tecnologías se deja ver también en su forma de encarar los grandes acontecimientos: cada vez que hay una noticia importante, tratan de enviar a un periodista de la web, para que sepa qué tipo de material debe enviar expresamente para la página. Además, forman a los periodistas más veteranos, aquellos que siempre han trabajado en televisión, para que aprendan a moverse en las redes sociales, gracias a un departamento llamado New Media (Nuevos medios). A estos profesionales, para quienes todos estos medios son nuevos, les muestran cómo utilizar Twitter en sus teléfonos móviles, y les enseñan a enviar imágenes, tuits, etcétera. Este material se recoge luego en la sede central de la cadena, en Doha, para elaborar live blogging, esas coberturas en directo que les han valido la admiración de muchos otros medios

Premio al valor del periodista


Los Ortega reconocen la tenacidad del nicaragüense Octavio Enríquez y la trayectoria de Moisés Naím - Carlos Martínez, mejor obra digital, y Cristóbal Manuel, mejor foto

Los Premios Ortega y Gasset de Periodismo han reconocido en su XXVIII edición el trabajo valiente de Octavio Enríquez, del diario nicaragüense La Prensa; las denuncias contra la violencia de Carlos Martínez D'Abuisson en El Faro de El Salvador; el retrato de la devastación de Haití tras el terremoto, realizado por el fotógrafo de EL PAÍS Cristóbal Manuel; y la trayectoria del analista de origen venezolano Moisés Naím, una de las voces independientes más sólidas del periodismo en español.

La tenacidad y la valentía de perseguir la verdad sin amedrentarse por las presiones, la fidelidad a los valores más inamovibles del periodismo -ir, buscar, preguntar, ser paciente e insistir sin perder de vista la historia que se quiere contar- y la independencia son elementos comunes a los galardones que otorgó ayer el jurado de los Premios Ortega y Gasset, instituidos en memoria del gran pensador, que cada año convoca el diario EL PAÍS.


Presidido por el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, el jurado lo integraba el catedrático de Historia de la Complutense José Álvarez Junco; la directora del área internacional de Iberdrola, Amparo Moraleda; el cineasta Daniel Sánchez Arévalo y los cuatro directores que ha tenido el periódico desde su fundación: Juan Luis Cebrián, Jesús Ceberio, Joaquín Estefanía y Javier Moreno. Actuó como secretario José Manuel Calvo,  de PRISA Noticias.

El premio en la categoría de periodismo impreso ha recaído en Octavio Enríquez por su serie de artículos sobre Tomás Borge, exministro de Interior de Nicaragua. Una labor de investigación "minuciosa, valiente y bien documentada", realizada, además, "en condiciones adversas", en palabras del jurado, que ha conseguido sacar a la luz, a pesar de las presiones y amenazas recibidas, las transacciones encubiertas y el enriquecimiento del poderoso político nicaragüense.

El trabajo multimedia titulado El criminalista del país de las últimas cosas, de Carlos Martínez D'Abuisson, es el ganador del premio en la categoría digital. Publicado en el diario El Faro de El Salvador, se trata del escalofriante relato de la búsqueda de las víctimas de asesinato que cada año desaparecen en el país centroamericano. Construido a través de los testimonios de los familiares y de las propias víctimas de secuestros, violaciones y homicidios, y con una fuerte vocación de narración literaria, el jurado ha valorado la destreza del autor, que ha sido capaz de diseccionar el dolor de las víctimas "con la capacidad de un cirujano".

Por unanimidad, el jurado ha concedido el premio al mejor trabajo de periodismo gráfico a Cristóbal Manuel Sánchez por la fotografía Joven paseando desnudo por Puerto Príncipe, publicada en EL PAÍS en febrero del año pasado. Fue uno de los trabajos realizados por el fotógrafo como enviado especial a Haití tras el terremoto que devastó el país y lo sumió en el caos en enero de 2010. "La escalofriante fotografía refleja la armonía y la soledad del ser humano en un entorno caótico y desesperanzado", dice el fallo.

Por último, los Premios Ortega y Gasset de 2011 han reconocido la trayectoria del periodista venezolano Moisés Naím, ex director de Foreign Policy y uno de los analistas "más influyentes en lengua española". El jurado ha destacado sobre todo su "independencia", "su enorme solidez y capacidad de análisis" en su trabajo desarrollado a través de más de una docena de libros, ensayos y artículos en EL PAÍS y en otra media docena de grandes cabeceras de todo el mundo.

Dotados con 15.000 euros y un aguafuerte conmemorativo de Eduardo Chillida en cada una de sus categorías, los Premios Ortega y Gasset de Periodismo se entregarán el próximo 4 de mayo, aniversario de la salida a la calle del diario EL PAÍS, en 1976. El acto se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en él participará el presidente del grupo PRISA, Ignacio Polanco.

www.elpais.es/
festival internazionale del giornalismo di Perugia


La quinta edizione del festival internazionale del giornalismo di Perugia è stata oltre che un grande successo di pubblico, un eccellente laboratorio di studio, per cercare di dare una definizione al giornalismo presente e a quello futuro.

Nei numerosi e sempre affollati incontri pubblici in cui la manifestazione, svoltasi fra il 13 e il 17 aprile, si è articolata nel centro storico del capoluogo umbro, si è discusso, a volte anche animatamente, di nuovi giornalismi possibili, si è osservato lo stato presente del mondo dell’informazione e si è teorizzato il suo futuro prossimo, ma si sono anche approfonditi alcuni dei temi importanti dell’attualità assieme agli autori di documenti, reportage e inchieste ad essi dedicati.

La cronaca è apparsa on stage per raccontare, o almeno cercare di farlo, gli scenari di guerra presenti dalla Libia al resto del Magreb, ai paesi arabi; alla nera elevata al rango di macabro e agghiacciante spettacolo come è accaduto per il delitto di Avetrana e l’uccisione di Meredith Kercher; oppure le drammatiche e inquietanti vicende di Stefano Cucchi e Federico Aldrovandi.

Molto spazio della rassegna, forse la maggior parte in termini di percentuale, è stata dedicata quest’anno al comparto digitale. In particolare sabato 16 su 30 eventi organizzati nel corso della giornata del festival ben 19 erano dedicati al mondo dell’informazione on line.

Molti degli eventi dedicati alla rete in cartellone quest’anno, non facevano parte solo del Journalism Lab allestito presso la Sala Lippi e diretto da Vittorio Pasteris, ma erano stati organizzati in buona parte delle altre prestigiose firme che collaborano con il festival e distributi nelle altre location allestite nel centro storico del capoluogo umbro.

Fra le numerose “parole chiave” del comparto digitale, più e più volte echeggiate sui palcoscenici della manifestazione, le più indagate e discusse sono state a nostro avviso: infografica, tablet, blog, creative commons, diritto d’autore, community, social media, data journalism, citizen journalism, wikileaks, hacker. Ad esse e ai molteplici momenti d’approfondimento del tema del giornalismo digitale dedicheremo una lunga serie di articoli.

Forse proprio dai maggiori esperti della rete, gli hacker, è giunta l’iniziativa più interessante e “utile” di tutto il festival, almeno per quanto ha riguardato il comparto digitale.
Agli hacker infatti l’edizione di quest’anno della kermesse di Perugia ha messo a disposizione uno spazio dedicato: The Hacker’s corner, ideato e coordinato dal team del Corso di Perfezionamento in Computer Forensics e Investigazioni Digitali dell’Università di Milano, fondato e diretto dal Prof. Giovanni Ziccardi.

In una non stop di due giorni, 15 e 16 aprile, dalle 9 del mattino alla mezzanotte, alcuni fra i più noti hacker italiani hanno catechizzato i giornalisti presenti sull’importanza del dominio della tecnologia.
Nell’arco della due giorni di studio gli hacker hanno tenuto una serie di workshop della durata di due ore ciascuno dedicati a molteplici argomenti tutti inerenti lo studio degli strumenti informatici utilizzati dai giornalisti nello svolgimento della professione, l’uso di tali strumenti in contesti delicati e in ambienti repressivi o insicuri, e hanno anche realizzato dal vivo alcune dimostrazioni pratiche per spiegare ai reporter alcune semplici tecniche per raggiungere un buon livello di sicurezza e anonimato on line.

di Marco Renzi per LSDI

www.festivaldelgiornalismo.com/

2011 Pulitzer Prize Winners


Winning photographs and cartoons, and bios and photos of winners, are available by clicking the links below. Links to winning stories are provided when available.


Journalism

PUBLIC SERVICE - Los Angeles Times

BREAKING NEWS REPORTING - No Award

INVESTIGATIVE REPORTING - Paige St. John of the Sarasota Herald-Tribune

EXPLANATORY REPORTING - Mark Johnson, Kathleen, Gallagher, Gary Porter, Lou Saldivar and Alison Sherwood of the Milwaukee Journal Sentinel

LOCAL REPORTING - Frank Main, Mark Konkol and John J. Kim of the Chicago Sun-Times

NATIONAL REPORTING - Jesse Eisinger and Jake Bernstein of ProPublica

INTERNATIONAL REPORTING - Clifford J. Levy and Ellen Barry of The New York Times

FEATURE WRITING - Amy Ellis Nutt of The Star-Ledger, Newark, N.J.

COMMENTARY - David Leonhardt of The New York Times

CRITICISM - Sebastian Smee of The Boston Globe

EDITORIAL WRITING - Joseph Rago of The Wall Street Journal

EDITORIAL CARTOONING - Mike Keefe of The Denver Post

BREAKING NEWS PHOTOGRAPHY - Carol Guzy, Nikki Kahn and Ricky Carioti of The Washington Post

FEATURE PHOTOGRAPHY - Barbara Davidson of the Los Angeles Times
Letters, Drama and Music

FICTION - "A Visit from the Goon Squad" by Jennifer Egan (Alfred A. Knopf)

DRAMA - "Clybourne Park" by Bruce Norris

HISTORY - "The Fiery Trial: Abraham Lincoln and American Slavery" by Eric Foner (W. W. Norton & Company)

BIOGRAPHY - "Washington: A Life" by Ron Chernow (The Penguin Press)

POETRY - "The Best of It: New and Selected Poems" by Kay Ryan (Grove Press)

GENERAL NONFICTION - "The Emperor of All Maladies: A Biography of Cancer" by Siddhartha Mukherjee (Scribner)

MUSIC - "Madame White Snake’" by Zhou Long, premiered on February 26, 2010 by Opera Boston at the Cutler Majestic Theatre.

www.pulitzer.org/
arrasan en los premios Pulitzer

Ambos diarios se llevaron dos galardones cada uno en la 95 edición

Los diarios "The New York Times" y "Los Angeles Times" se impusieron este lunes en la 95 edición de los premios Pulitzer al recibir cada uno de ellos dos galardones de periodismo que otorga la Universidad de Columbia.

La universidad neoyorquina, que otorga desde 1917 unos galardones considerados la mayor distinción en el periodismo de EEUU, anunció que concedió su premio de la categoría de reportaje internacional a un artículo de Clifford J. Levy y Ellen Barry sobre los problemas del sistema judicial ruso publicados por "The New York Times".

Además, premió en la categoría de crónicas al periodista de ese diario David Leonhardt por sus trabajos relacionados con "las complicadas cuestiones económicas" de EEUU, mientras que el diario californiano se llevó los de servicio público y fotografía.

Los reportajes de investigación de "Los Angeles Times" sobre los salarios de los funcionarios de la localidad de Bell han pesado en esta edición. El tabloide también ha recibido el premio en la categoría de reportaje fotográfico, por el trabajo de Barbara Davidson. Mientras, la novela 'A Visit from the Goon Squad', escrita por Jeniffer Egan, se ha llevado el Pulitzer en categoría ficción.

http://www.abc.es/

A Brief History of Norman Mailer


by J. Michael Lennon, Professor of English, Wilkes University

Among our major living writers, Norman Mailer is perhaps the most well-known, both in the United States and internationally. No career in our literature has been at once so brilliant, varied, controversial, public, prolific and misunderstood. Few American writers have had their careers on the anvil of public inspection for such a lengthy period; none (excepting Edgar Allan Poe) has been so regularly and simultaneously celebrated and reviled.

Mailer has not only published 39 books (including 11 novels), he has written plays (and staged them), screenplays (and directed and acted in them),poems (in THE NEW YORKER and underground journals), and attempted every sort of narrative form, including some he invented. No record of “new journalism” is complete without mention of his 1960s ESQUIRE columns, essays and political reportage. He has reported on six sets of political conventions (1960, 1964, 1968, 1972, 1992, 1996), participated in scores of symposia, appeared and debated hundreds of times on college campuses, boxed (and fought) in several venues and led a vigorous public life in New York and Provincetown, Massachusetts, his current home. His passions, feuds, imbroglios, litigations and loyalities are numerous, notorious and complex. Happily married for nearly a quarter of a century to Norris Church, he was wed five times previously and has nine children all told. A stalwart on radio and television talk shows, he may have been interviewed more times than any writer who has ever lived. Without being paid for his pains, he has given advice to several presidents, has run for office himself (mayor of New York),served as president of the American chapter of the writers organization, P.E.N., and won most of the major literary awards, but for the Nobel. Co-founder of THE VILLAGE VOICE, he also named it, and has been the equivalent of a decathalon athlete in the effort to break down barriers between popular, elite and underground publications. He has written for at least 75 different magazines and journals.

Born in Long Branch, New Jersey in 1923, but raised in Brooklyn, Mailer graduated from Boys High School in 1939. He entered Harvard in the fall of that year as the German army marched into Poland. Mailer received his S.B. degree, with honors, in engineering in 1943, and was drafted in early 1944. He served as a rifleman in the South Pacific and wrote the huge best-seller, THE NAKED AND THE DEAD (1948) based on his experiences. Catapaulted into instant fame, he has been at the center of our national cultural consciousness ever since. Mailer is, among other things, an unfrocked prophet full of foreboding about contemporary life; he celebrates the intuitional and instinctive and castigates corporate greed, plastic and the rape of nature. His disagreements with feminists are, of course, legendary. But Mailer is also, in the words of Joan Didion, ” a great and obsessed stylist, a writer to whom the shape of the sentence is the story.”

After a stint in Hollywood writing screenplays, Mailer wrote two more novels, BARBARY SHORE (1951), a novel of the Cold War, and THE DEER PARK (1955), a Hollywood novel about artistic integrity. In 1959 he published ADVERTISEMENTS FOR MYSELF, a showcase of all his previous work and his ambitious pans for the future, which uses his personality as the volume’s armature. Its huge influence on a generation also seeking to achieve creativity and self-realization gave Mailer a new audience and set the stage for the sixties, Mailer’s happiest, most tumultuous, and productive years. He published 17 books between 1962 and 1972, including five books nominated for the National Book Award in four different categories. THE ARMIES OF THE NIGHT (1968) a non-fiction narrative of the anti-Vietnam War March on the Pentagon, won the National Book Award, the Pulitzer Prize and a Polk Award. He followed with OF A FIRE ON THE MOON (1971), a careful study of the Apollo 11 moon shot, and THE PRISONER OF SEX (1971), a response to the women’s liberation movement. The pace of his writing slowed in the mid-seventies as he worked on his novel set in the Egypt of three thousand years ago, ANCIENT EVENINGS, which appeared after a decade of work in 1983. He won a second Pulitzer for his critically acclaimed 1979 best-seller, THE EXECUTIONER’S SONG, a 1,000-page “true life novel” which chronicled the life and death of Utah murderer Gary Gilmore. In the nineties Mailer published the best-selling HARLOT’S GHOST, the first part of a CIA novel, nonfiction narratives on Pablo Picasso and Lee Harvey Oswald, and THE GOSPEL ACCORDING TO THE SON, a first-person retelling of the four gospels. He closed the decade out with a massive retrospective of his entire career, THE TIME OF OUR TIME (1998). Perhaps he best summed up his protean abilities when he said in ADVERTISEMENTS FOR MYSELF, “I become an actor, a quick-change artist, as if I can trap the Prince of Truth in the act of switching a style.” He is now at work on another long narrative, the subject of which is secret. www.pbs.org/


For further reading

Ex-Friends by Norman Podhoretz (1999)

Mailer: A Biography by Mary V. Dearborn (1999)

The Last Party by Adele Mailer (1997)

Norman Mailer by Michael K. Glenday (1995)

Norman Mailer Revisited by R. Merrill (1992)

The Lives of Norman Mailer by C.E. Rollyson (1991)

Radical Fiction and the Novels of Norman Mailer by N. Leigh (1990

Norman Mailer's America by Joseph Wenke (1987)

Critical Essays on Norman Mailer, ed. by J. Michael Lennon (1986) Norman Mailer, ed. by Harold Bloom (1986)

Norman Mailer: His Life and Times, ed. by Peter Manso (1985)

Mailer: A Biography by Hilary Mills (1982)

Norman Mailer by Robert Erlich (1978)

Existential Battles by Laura Adams (1976

- see also: television document Dreams and Nightmares, dir. by Richard Copans (1998)



Después de doctorarse con una tesis sobre las formas de locura en la Edad Media, esta profesora universitaria se ha convertido en una de las mayores expertas en literatura digital del mundo


Albert Lladó


Puede que la conozcan por sus recomendaciones literarias en Els Matins de la televisión pública catalana. O puede que lo hagan porque ya ha llegado a sus manos su nuevo libro, Per què llegir els clàssics, avui (Ara Llibres), un auténtico homenaje a la lectura. Pero  Laura Borràs  es, ante todo, una profesora y académica que no se ha querido quedar quieta en su despacho, que ha abierto brechas, y que - desde el rigor de las humanidades - se ha convertido en una de las mayores expertas en literatura digital del mundo. Y, siempre, con una sonrisa.

Muchas veces le habrán preguntado qué hace alguien que se doctoró con una tesis sobre las formas de locura en la Edad Media dedicándose a la literatura digital

Seguramente hay algo de locura en la literatura digital, cuando menos por la dificultad de comprensión de la diferencia que representa. Por ello, ante la sorpresa que genera, acostumbro a decir que no es una transición tan extrema como parece, sino que pasé de los locos medievales a los locos digitales pero que, de algún modo, el tema sigue siendo el mismo: la locura. En cualquier caso, debo decir que la misma sensación de extrañamiento que nos producen hoy las muestras de literatura digital nos la producen los manuscritos miniados medievales en el sentido de que los percibimos como antepasados del libro pero no los comprendemos, la diferencia estriba en que éstos están legitimados como 'alta cultura' y la literatura digital es una disciplina en proceso de configuración y establecimiento y todavía está recorriendo su camino de legitimación.

Supongo que al principio la debían mirar como a un bicho raro

Efectivamente, cuando la literatura se traslada al terreno digital parece que es llevada hacia un ambiente extraño y hostil mientras que, en realidad, la escritura es una tecnología y el libro, una máquina. En el curso 1996/1997 empiezo mi inmersión digital. Simultanear la presencialidad con la virtualidad, pensar en digital y estructurar estudios universitarios "on-line" me dio la oportunidad de repensar lo que hacía en mi labor docente y cómo lo hacía, con qué finalidad. Desde entonces, he creído en el potencial que las tecnologías digitales tienen en el terreno de la enseñanza y he desarrollado materiales didácticos digitales de manera pionera y exitosa para los estudiantes que los han utilizado. De hecho, en los últimos 12 años he combinado la docencia en la Universitat de Barcelona como profesora de Teoría de la Literatura con el desarrollo del Open and Distance Learning (ODL) en el ámbito de la literatura, los estudios literarios y las humanidades.

Parece que los mayores malentendidos se producen por algo, en apariencia, muy simple: confundir literatura digital con literatura digitalizada. ¿Nos puede explicar las principales diferencias entre ambos conceptos?

En ocasiones es así, se utiliza el medio como un nuevo soporte, como un cambio en la forma, sin llegar a utilizar todas sus potencialidades. De ahí que el matiz entre literatura digital y digitalizada deba ser enfatizado para evitar confusiones. La literatura impresa que es llevada a la pantalla es literatura digitalizada, mientras que la literatura digital nace y se crea mediante procedimientos electrónicos para ser leída y consumida también en este medio, de modo que la condiciona tanto en su creación como en su recepción.

La principal diferencia es que la digitalización de la literatura supone la traslación del modelo conocido, el papel y la imprenta, al formato digital. Es una mera transposición de soportes sin que estos cambien la esencia del texto en sí mismo, mientras que la literatura digital, por definición, no puede ser impresa porque aprovecha y explota las posibilidades intrínsecas del medio.


También se cree que, en lo digital, el texto pierde importancia

La pirotecnia digital muchas veces consume su fuerza expresiva textual. Sin embargo, la literatura digital no es un artefacto puramente estético. Se insiste constantemente en la carga de novedad que las textualidades electrónicas llevan implícitas y, sin embargo, a menudo se comete el error de obviar su vinculación con la tradición. Las obras digitales proponen una sugestiva reescritura de los topos literarios en la sociedad actual. La modernidad no ha roto el cordón umbilical que une la creación literaria actual con la tradición, con los clásicos y yo misma constituyo un ejemplo de ello porque pese a haber dedicado esta última década a la investigación en el ámbito de la literatura y su confluencia con la tecnología, ya sea desde un punto de vista creativo, receptivo o didáctico, acabo de publicar un libro ("Per què llegir els clàssics avui", Ara llibres 2011) que nos recuerda la vigencia de los clásicos y que pretende ser un elogio de la lectura, que es lo verdaderamente importante, sea en el formato que sea.

El papel del lector también cambia. ¿Realmente se puede hablar de un cambio de paradigma como muchos han pronosticado?

La operación de leer siempre implica una comprensión del texto, sea como sea este texto, digital o analógico. Sin embargo, en la lectura de literatura digital el papel del lector cambia substancialmente en la medida que es un tipo de literatura que requiere de al interacción física y mental del lector, algo que va mucho mas allá de la simple operación de pasar paginas con el dedo. Aquí el lector interviene en el proceso de creación de un itinerario de lectura, que aparece como fruto de su destreza, de su nivel de alfabetización digital, de las decisiones que toma en el texto y que le permiten avanzar y hacer emerger el texto que necesita para seguir leyendo. La lógica de lectura se ve profundamente transformada y aunque estamos investigando en esta dirección para saber exactamente cómo leemos literatura digital en pantalla, lo cierto es que el cambio es radical.

Por otro lado, alguna vez ha dicho que se ha creado “un circo” alrededor de este mundo. En este sentido, ¿qué importancia tiene acercarse a lo digital desde una perspectiva humanística?

Para mí. que siempre he reivindicado la fortaleza de las humanidades, tiene toda la importancia. No sabría cómo hacerlo si no fuera así. Hace unos meses un artículo del New York Times proclamaba que o las humanidades eran digitales o no serían y estoy de acuerdo con ello. Precisamente cuando parece que el modelo humanístico de formación está amenazado por fórmulas educativas de mercado, a las que se les exige una rentabilidad inmediata, resulta necesario aliarse con la modernidad -en este caso tecnológica- para mostrar la importancia de mantener vivo un legado, un modelo humanístico que creo imprescindible en nuestra sociedad. Tradición y modernidad no están en absoluto reñidas como se ha demostrado tantas veces en la historia, incluso de la poesía ("M'exalta el nou i m'enamora el vell", J. V. Foix).

¿Qué es la “teoría de la recepción” de Hans Robert Jauss y cómo le influyó en su interés por la intertextualidad?

La teoría de la recepción es una de las teorías que se centra principalmente en la figura del lector, de modo que se le otorga un protagonismo indiscutible en el proceso de construcción de sentidos y significados en base a su horizonte de expectativas. Por tanto, si hay una figura importante en el proceso de lectura es la del lector, quien tiene que asumir la responsabilidad de transitar por un auténtico camino hermenéutico. Y por otro lado nos muestra la variación, riqueza y mutabilidad de la lectura en función de cada momento histórico. Mi interés por la textualidad, por la intertextualidad, se vio fuertemente influenciado por esta escuela crítica, incluso en mi viaje de lo medieval hacia lo radicalmente contemporáneo.

En algún artículo, ha utilizado el término ‘Liter[art]ure’ para explicar esta nueva narratividad. Hoy, ¿la barrera entre literatura y arte sigue estando clara?

El juego, que en inglés permite incluir el arte en el vocablo literatura para referirme a una literatura que se presenta como una forma de creación artística, me pareció ocurrente en su momento. Lo cierto es que también en su dimensión artesanal -de producto-, la literatura digital tiene mucho de artístico. No hay barreras claras en este nuevo escenario creativo y ahí radica en parte el interés del mismo. Estamos en un territorio eminentemente performativo por el 'running' que exigen las obras y actuamos como espectadores ante la pantalla en la que también podemos - y en ocasiones debemos- actuar como artífices de la obra, como sus creadores. Por ello en su momento se habló del "wreader", es decir, del lecto-escritor que, de entrada, nos ubica en una posición incómoda.

Durante su trayectoria académica ha combinado la docencia con la investigación. ¿Qué le aporta cada campo?

No concibo la una sin la otra en el sentido que siempre he dicho que para mí la docencia es una vocación que me coloca en una posición ética de servicio y la investigación es un deber que los profesores tenemos de continuar formándonos, reciclándonos, aprendiendo para mantener y mejorar la calidad de nuestra docencia. En este sentido, las he practicado ambas ininterrumpidamente a lo largo de 16 años de ejercicio de la docencia universitaria con sumo placer y con el riesgo, en ambas dimensiones, de tratar de innovar, de abrir camino a nuevas formas (en este caso tecnológicas) de enseñar en la virtualidad y de abrir desde la perspectiva de la investigación un nuevo campo disciplinar en Catalunya, el de la literatura digital.

En este sentido, usted creó en 1.999 un proyecto pionero: el grupo Hermeneia. Explíquenos cuáles eran, y son, sus principales objetivos.

En el curso 1999-2000 planteo el proyecto de trabajar la confluencia e interacción de los estudios literarios y las TIC y lo bautizo con este nombre, Hermeneia, que procede del griego 'hermenein' que tiene que ver con el deseo de conocer, pero al vicerectorado de investigación de la universidad para la que lo promuevo, la UOC en aquel momento, no le parece relevante y no obtiene financiación alguna.


Un año más tarde, en 2001, recibo una Distinción de la Generalitat de Catalunya como investigadora y en lugar de acogerme a los cuatro años sabáticos que el premio fomenta para liberar a los profesores galardonados de tareas docentes que consumen mucho tiempo y permitirles consagrarse a la investigación; continuo con la docencia y dedico todos los fondos de la misma (30 millones de las antiguas pesetas) a la creación de un grupo de investigación con el mismo nombre Hermeneia y con el mismo objetivo cuyo primer resultado es un portal web, centrado en el estudio de la confluencia entre las tecnologías digitales y la literatura en un sentido amplio, de creación y de reflexión que ahora mismo cumple ya 10 años de vida.

En 2009 Hermeneia es reconocido como grupo consolidado por la propia Generalitat de Catalunya. Actualmente, el grupo está formado por 22 investigadores nacionales e internacionales que tenemos como objetivo general mantener un seguimiento de las distintas formas creativas y las percepciones críticas suscitadas por las reacciones e interacciones de los Estudios literarios y las tecnologías digitales.

En la misma línea, dirige el “Máster en Literatura en la era digital” que se imparte en la Universitat de Barcelona. ¿Qué se aprende allí?

El Máster ha sido diseñado según las directrices del Espacio Europeo de Educación Superior, está integrado por dos postgrados y cuatro cursos de especialización. Por un lado, tenemos un postgrado en Literatura Comparada en la era digital que, partiendo de una concepción textual y discursiva de la realidad, propone herramientas de reflexión crítica que permiten una mirada transversal sobre la cultura y sus nuevas formas de producción, consumo y difusión, y hace énfasis especial en el entorno digital y en el análisis comparativo de lenguajes artísticos.

Por otro lado, el postgrado en Lectura, edición y didáctica de la literatura y TIC se centra en el análisis y el funcionamiento de las herramientas que permiten enseñar literatura en un contexto que tanto puede ser de e-learning (enseñanza mediante un entorno virtual) o blended-learning (enseñanzas presenciales y/o semipresenciales porque incorpora la docencia virtual) que cada vez más se revela como imprescindible. Además capacita a los estudiantes en el uso de herramientas digitales aplicadas a la literatura y resulta una opción profesionalizadora y también de investigación en la medida que enseña a comprender los cambios que se han producido y no dejan de sucederse en este terreno y permite ofrecer un conocimiento generado por un grupo de investigación de temática innovadora y de máxima actualidad.

Para acabar, recomiéndenos un proyecto digital que podamos encontrar en la red y que no nos podemos perder

Acaba de salir la "Electronic Literature Collection", vol. 2 que publica la Electronic Literature Organization (ELO), en Estados Unidos y en la que he tenido el honor de participar junto con colegas tan prestigiosos como Rita Raley, Brian Kim Stefans y Talan Memmot. Se trata de una antología de obras de literatura digital que continúa la labor antologadora de la primera colección cuyo éxito como herramienta didáctica tanto en América como en Europa ha sido extraordinario. Este segundo volumen era esperado con mucho interés y expectación por la profesión y puedo decir con orgullo que la literatura en catalán y en castellano e incluso en inglés pero realizada por artistas que viven en Barcelona han encontrado por primera vez un lugar en ella con todo lo que ello conlleva a nivel de repercusión, estudio y conocimiento.

www.lavanguardia.es/

Los que escriben sus lecturas


Crítico indispensable, leer a Barthes obliga a repensar la literatura toda. La reedición de “El grado cero de la Escritura”, a casi 40 años de su aparición, reafirma la vitalidad de su obra y su calidad de escritor fundamental


POR MARTIN KOHAN
01.04.2011

Es extraño que, habiendo existido Roland Barthes, alguien pueda suponer todavía que en todo crítico literario ha de ocultarse por necesidad un narrador frustrado o un poeta frustrado. Leyendo los textos de Barthes resultan vanas las hipótesis de esa índole: la crítica como sucedáneo de otra cosa, la crítica como consuelo por la falta de otra cosa, la teoría como existencia a medias que espera convertirse en realidad a través de alguna clase de práctica, etcétera. Bastaría con leer a Barthes, aunque más no fuera, para advertir hasta qué punto puede un crítico literario ser él mismo el que crea, el que imagina, el que narra, el que activa otra intensidad en las palabras que usa. La definición del propio Barthes del crítico como un lector que escribe sus lecturas permite distinguir su peculiaridad respecto de los demás lectores; pero también, y sobre todo, permite reconocerlo como lo que, a su modo, y en su género, con más evidencia es: un escritor.

¿Cuál es la vigencia de El grado cero de la escritura ? El libro se publicó por primera vez en francés en 1972, hace casi cuarenta años; su traducción al castellano se produjo un año después. Su vigencia excede la de la pura perduración en el tiempo, que de por sí ya es meritoria, porque va más allá de los alcances de un pasado que persiste. Esa vigencia se resuelve en el mejor sentido de la idea de actualidad, cobra el valor de un presente: consigue volver a funcionar como un acto. Cuando Barthes escribe provoca cesuras: cortes en el tiempo y en el sentido. Es difícil leerlo sin verse inducido a revisar las ideas que ya se tenían sobre la literatura, sobre la lectura, sobre los escritores, sobre el lenguaje. La lectura actual de El grado cero de la escritura no se agota en la evocación de lo que pudo ser un cimbronazo; ese cimbronazo vuelve a producirse, es acto de nuevo.

No son muchos los escritores que, con lo que escriben, nos llevan a pensar ineludiblemente en la literatura entera. Lo consiguen apenas algunos novelistas (Joyce), algunos cuentistas (Borges), algunos poetas (Vallejo); lo consiguen algunos críticos: Roland Barthes. Sea cual sea el objeto de su literatura, escriben en cierta forma sobre la literatura. Y a la vez son muy concretos en cuanto a su coyuntura específica. La inscripción de El grado cero de la escritura es muy concreta; Barthes va produciendo el traspaso decisivo del estructuralismo al postestructuralismo, que se verifica paradigmáticamente en S/Z ; también esa clase de competencia lectora que, compuesta en la literatura y entrenada en la literatura, puede abrirse y extenderse a distintos tipos de objeto, como lo había hecho ya en Mitologías ; discute con las premisas del compromiso político del escritor, porque la potencia de Sartre y del sartrismo le quedaba todavía muy cerca.

La postulación de “una escritura cuya función ya no es sólo comunicar o expresar, sino imponer un más allá del lenguaje”, vale lo que un manifiesto. Consta en el prólogo del libro y permite en su desarrollo, señalar que “el lenguaje nunca es inocente” y que “no hay literatura sin una moral del lenguaje”. O situar el período exacto en el que, consolidándose la burguesía, esto es una escritura burguesa, “la claridad se hace valor”; deslizarse hasta 1848, hasta la crisis de la pretensión de universalidad de esa ideología de clase, para advertir cómo “comienzan a multiplicarse las escrituras”; distinguir la ambición radical de silencio en una escritura que remite a Mallarmé pero se prolonga hasta Blanchot, con un arte que “tiene la estructura del suicidio”; dar por fin con lo neutro (un tema sobre el que Barthes volverá en seminarios posteriores) de una escritura blanca, amodal, en grado cero; el estado inerte de la forma que consigue Camus, una escritura “libre de toda sujeción con respecto a un orden ya marcado del lenguaje”.

Catador de escrituras, Barthes se ocupa de detectar, aunque a la vez también de producir, algunas paradojas significativas que involucran discusiones de aquel momento pero no dejan de inquietar nuestro presente. La paradoja de la escritura realista, por ejemplo, que aunque pretenda naturalizarse es la que más fuertemente incurre en la ostentación de las convenciones; la paradoja de la escritura comunista, que no deja de asumir las formas pequeñoburguesas; la paradoja de las “escrituras intelectuales” que “siguen siendo literarias en la medida en que son impotentes y sólo son políticas por su obsesión de compromiso”.

Al texto que da título al volumen le sigue una serie de ensayos críticos; escritos ya clásicos como “¿Por dónde comenzar?” o como los textos sobre Flaubert, sobre Proust, sobre las láminas de la enciclopedia, etcétera. A esos ensayos se agrega ahora otro, inédito, también brillante, sobre Dominique de Fromentin. Que la antinomia entre forma y contenido debe verse superada es una declaración ya casi obligada para la crítica literaria, pero es admirable ver cómo Barthes realiza esa superación a propósito de Flaubert. También lo es que conviene eludir la explicación de las obras a partir de la vida de sus autores, pero es admirable ver cómo Barthes salva el escollo a propósito de Proust. Y hoy por hoy, cuando el carácter plural de los textos es casi un lugar común, cobra una fuerza particular la propuesta de Barthes de una “fuga infinita” para el análisis, que “es precisamente hacer estallar el texto”. Tratándose de los críticos como escritores de lecturas, vale la mención final para el traductor histórico de El grado cero de la escritura : Nicolás Rosa.

Ñ