Clay Shirky analiza la imperante necesidad de que los medios se aprovechen al máximo de las potencialidades de la tecnología

b. y., Madrid
01/02/2011

Clay Shirky, uno de los más reputados «gurús» de internet y profesor de la Universidad de Nueva York, considera que el periodismo y la democracia en general tienen mucho que obtener del gran conocimiento y potencial que ofrece el mundo de los nuevos medios. A su juicio, el periodismo vive hoy su mejor momento gracias a los avances tecnológicos. Shirky ha hecho estas reflexiones durante su intervención en un evento organizado por Microsoft en París.

En su último libro, «Cognitive Surplus», Shirky analiza cómo ha cambiado la audiencia, que ha abandonado su rol pasivo -especialmente evidente en el caso de los espectadores de televisión- para asumir un papel activo, llegándose a convertir en creadora de contenidos en internet. El público ya no es simplemente consumidor de la información que crean otros, normalmente los medios tradicionales, sino que está generando contenido y la forma en cómo lo hace puede resultar de gran valor por su componente de diferenciación.

En este sentido, señala el caso de Ushahidi, una plataforma basada en la filosofía del «crowdsourcing» que permite construir informaciones en torno a un tema a partir de las aportaciones de usuarios localizados en distintos puntos geográficos.

El «gurú» de internet también se refiere a otra herramienta de participación, en la que el ciudadano se convierte en un «sensor». Se trata de «SeeClickFix», un sitio web con sede en Estados Unidos desde el que se alienta a la sociedad a denunciar los problemas de su área más cercana y exigir a las autoridades locales a que se tomen medidas al respecto. Y un ejemplo más cercano al que ha aludido Shirky son las protestas en Túnez y Egipto y cómo los ciudadanos se han organizado para participar en el proceso comunicativo, convirtiéndose en suministradores directos de la información.

Ahora bien, en su discurso Shirky niega que esta idea de la importancia del individuo y de la comunidad no significa el fin del periodismo profesional. Ejemplo de ello es la valiosa cobertura que ha realizado la cadena Al Jazeera durante las revueltas en Egipto (tal es así que el Gobierno de Egipto ha decidido cerrar sus oficinas) y que ha complementado la información que han difundido las redes sociales y los blogs, que han sido aclamados como catalizadores y útiles fuentes de información en este contexto de revolución.

La incógnita de la financiación
A su entender, los medios profesionales deben ser capaces de usar esa «entrega voluntaria de información» en su propio beneficio. «A veces la gente sabe más», ha asegurado Shirky y, de hecho, las organizaciones de noticias pueden obtener a menudo fotografías y testimonios de sus lectores para completar sus informaciones. Las oportunidades que proporciona la Web social y el conocimiento que se genera en ella hace de ésta la «edad de oro del periodismo», aunque en esto hay un aspecto negativo, la falta de dinero, la rentabilidad o, en definitiva, la falta de modelo de negocio.

En torno a esta cuestión, la más crucial para el sostenimiento de los medios y por ende del periodismo, Shirky considera que hoy por hoy es difícil confiar en que el mercado pueda propordionar la financiación suficiente para el periodismo. Todo apunta, en su opinión, que necesita algún tipo de ayuda. Sobre la posibilidad de que se pague por la información, asegura que en el modelo tradicional la gente se ha mostrado dispuesta a pagar por un tangible, el periódico. Y lo mismo parece ocurrir cuando se le pide que pague por una aplicación móvil, a lo que se ve también como un objeto.

Sin embargo, «es poco probable que se compre información online pura en un formato intangible». Puede ser esta razón, como dice, la que esté llevando a los medios a desarrollar aplicaciones móviles de sus productos (también en el iPad) para persuadir a la gente a pagar por las noticias. Pero, ¿será suficiente esto o el periodismo necesitará otro tipo de apoyos como las ayudas gubernamentales, por ejemplo?
semlucro